Elegir un buen material es fundamental, ya que de esto depende el rendimiento y la vida útil de los empaques.
El objetivo principal de un empaque es contener un fluido, proteger el ambiente inmediato de la contaminación y proporcionar una barrera física completa bloqueando cualquier trayecto de fuga potencial.
Para elegir tu material se deben considerar los siguientes factores:
Propiedades físicas:
Resistencia a la tracción y elongación
Rango de dureza o compresión
Requisitos de deflexión
Compresión a temperatura ambiente y en operación
Resistencia a UV, ozono, calor y puntos específicos de almacenamiento
Propiedades mecánicas:
Velocidad de recuperación de la deflexión
Flexibilidad
Permeabilidad a los gases
Propiedades de resistencia química:
Resistencia a ácidos o corrosivos
Solventes de hidrocarburos
Solventes oxigenados
Fuego o temperaturas extremas
Abrasión
Toma en cuenta estas características para elegir el mejor material para tus empaques de hule.